En ocasiones nos llegan barbours con un uso y desgaste importante en los que su propietario nos pide que cambiemos el cuello porque esta gastado, esta feo y descolorido (figura de la izquierda).
Esta es una operación costosa pues los cuellos de los barbours van muy remachados, muy bien montados, y fuertemente pespunteadas sus piezas. Su cambio ofrece no pocas dificultades así como mucho trabajo y coste.
Nos ha llegado un barbour lavado por su propietario con no demasiada antiguedad y que habia perdido muchas de sus propiedades. La prenda presentaba un aspecto envejecido, con piezas de distinto color (fruto de la decoloración), y con un tacto aspero pues tambien habia perdido su impermeabilización y una importante parte de su encerado..
En resumen, nos piden que intentemos recuperarla ya que así no la van a utilizar.